miércoles, 18 de septiembre de 2013

MECHERO DE ALCOHOL.



MECHERO DE ALCOHOL.
TALLER E INVESTIGACIÓN.

Esta entrada surge por la necesidad de utilizar una fuente de calor más intensa y continua que el proporcionado por una vela y en la misma expondré los pasos para realizar un simple mechero de alcohol sin ningún valor agregado en cuanto al diseño del mismo.

Son muchas las oportunidades en que hemos tenido que recurrir a las hornillas de la cocina para calentar cosas o para realizar algún pequeño experimento que requiera temperatura. Una solución sencilla a este requerimiento es el mechero de alcohol. Aunque el mechero de alcohol no posee el mismo poder calórico que uno de Bunsen (a gas) es un componente versátil para los laboratorios de escuelas y liceos así como para los laboratorios caseros.

Los materiales requeridos para esta realización son:
  • Un frasco de vidrio de compota para niños con su tapa.
  • Un pequeño tubo de cobre. El que utilicé es de 12 mm de diámetro externo por 40 mm de longitud.
  • Un cordón de algodón o de fibras naturales que entre ajustado en el tubo de cobre.
  • Alcohol de quemar.
Si no se dispone del cordón, puede emplearse como mecha un buen trozo de algodón.
La fotografía siguiente nos muestra los materiales principales.


A la tapa del frasco de compota le practicamos un corte en cruz en su centro con longitud de brazo suficiente para poder introducir el tubo de cobre al forzarlo a entrar como lo muestran las imágenes siguientes.



El tubo de cobre tiene como fin alejar la llama del frasco con alcohol y de sus vapores al mismo tiempo que mantiene fría a la tapa del mechero. Por seguridad y para evitar derrames de alcohol durante el traslado del mechero, sellamos con silicón los agujeros que quedan alrededor del tubo de cobre.


Si la tapa del frasco de compota ajusta bien y su sello de goma está funcional, se requiere practicar un pequeño agujero en la tapa a modo de respiradero para facilitar el ascenso del alcohol por la mecha, evitando la creación de alguna sobre presión por los vapores del alcohol que generan derrames de alcohol por el sello de silicón, la tapa y por la misma mecha.



Introducimos nuestra mecha por el tubo de cobre, que sobresalga del mismo por la parte superior un centímetro, en este caso la mecha es de algodón como lo muestra la fotografía siguiente.


Llenamos el frasco con alcohol de quemar y lo cerramos. Nuestro mechero está listo para estrenar.


Debemos emplear el alcohol de quemar ya que hoy en día el alcohol normal para uso medicinal no se mantiene ardiendo por el alto contenido de agua y poco poder de evaporación. Esta particularidad no se presentaba antiguamente, los alcoholes que se vendían en las farmacias eran muy inflamables, cualidad que me permitió de niño realizar muchos experimentos junto con mi hermano, entre las experiencias que realizamos, recreamos con los vapores atrapados dentro del frasco plástico de alcohol (sin alcohol líquido adentro) una pequeña cámara de combustión, que al acercarle un fósforo encendido a la boca del frasco de plástico colocado horizontalmente en el suelo, salía impulsado violentamente recorriendo unos 6 metros de distancia.

Con esta realización ya tenemos una fuente calor apropiado y bastante seguro para nuestros experimentos.