SOBRE LA REFORMA
EDUCATIVA.
Me estoy refiriendo al hombre que puede decir NO
porque puede afirmar; que puede desobedecer precisamente porque puede obedecer
a su conciencia y a los principios que ha elegido…. E. Fromm.
La educación es quizás uno de los temas más interesantes y
complejos con los que se ha topado la humanidad. La educación es fascinante de
por sí. Es un tema tanto filosófico como
de práctica que de alguna u otra manera ha preocupado a todos los habitantes de
la tierra y en algún momento dado cada ser humano le ha tocado ejercer el rol
de maestro, de profesor o de facilitador como actualmente quieren llamarlo, y
es en estos instantes cuando el individúo que enseña vislumbra ante sí el drama
de la enseñanza.
La educación es un arte, no una ciencia y como tal está
sujeta a miles de transformaciones a lo largo del tiempo y de la historia,
transformaciones locales que cualquier persona puede introducir para su bien o
para su fracaso. De alguna manera todos somos exploradores en un campo bastante
enmarañado y si se quiere virgen aún a pesar de los miles de años en que se
viene desarrollando y de los avances logrados por las mentes más brillantes en
el campo.
Educar no es sencillo porque entraña muchos conocimientos
no solo del tema que se pretende enseñar sino también conocer las fortalezas y
debilidades tanto del educador como del educando. De alguna forma se debe
conocer la sicología del aprendizaje y la de enseñar, la manera de transmitir y
recibir el conocimiento, proceso bastante deficiente aún en las mejores mentes
educativas. ¿Cómo sería el mundo si las experiencias de los padres fuera
adquiridas y comprendidas en su cabalidad por los hijos?; ¿no estaríamos en
presencia de una humanidad más humana, menos envidiosa y más desarrollada
socialmente de lo que es?.
Educar no es simple y el que pretenda enseñar debe en
primer lugar gustarle la enseñanza como tal, que el acto de educar sea parte
intrínseca de su personalidad, debe ser un estudioso asiduo del tema, un
filósofo que se adentra en las profundidades de la enseñanza, innovando y
evolucionando continuamente, explorando nuevos caminos y corrigiendo otros.
Educar es complejo debido a la interacción entre seres
humanos con caracteres disimiles en la mayoría de los casos, mentes con
prejuicios y maneras distintas de sentir al mundo.
Educar no es simple ni tampoco en realidad un tema de
dominio público.
La educación siempre será un tema de interés grupal, del
gentilicio, de los pueblos y de las naciones. La educación llevada a cabo por
un grupo humano siempre busca de alguna manera más allá de lo que se quiera
pensar, el mantener y sostener en el tiempo el sistema social en donde se
desarrolla con todas sus creencias y supersticiones.
A ningún gobierno del mundo le interesa la educación libre
y pura para la formación de personas críticas y auto suficiente con capacidad
de pensar más no de obedecer. Ciudadanos así acabarían rápidamente con “los
intereses nacionales” exageradamente valorados por los políticos de turno. Un
pueblo instruido, libre pensador pone en peligro muchos intereses que la clase
dominante no desea perder y por ello hacen tanto hincapié en fomentar la
cultura del rebaño.
Los gobiernos más desarrollados y más flexibles en la
educación, logran su cometido bajo la farsa de una educación libre y plural basada
básicamente en la formación profesional y científica con una carga moral y
social adecuada a sus propósitos, por esto los estudios liberales en realidad son
vistos de reojo por el peligro que implican en sí.
Una persona instruida, crítica, acostumbrada a leer e
informarse termina siendo un desadaptado en su medio debido a los
cuestionamientos que se formula ante los acontecimientos que lo rodean y ante
el comportamiento de sus conciudadanos. Una persona instruida termina
finalmente con criterio propio y reflexivo que le permite ver el mundo por
encima de las cabezas grises y opacas abriéndosele delante de sí un nuevo
horizonte con un inmenso abanico de posibilidades y opciones. Por eso no es de
extrañar que cada gobierno de turno quiera imponer sus normativas educativas
para prevalecer en el tiempo y afianzarse en el poder.
Entonces, ¿por qué nos extrañamos tanto con intento del
gobierno nacional por introducir sus ideas ¿anacrónicas? alterando el currículo
escolar?, ¿Por qué tanta resistencia al cambio curricular?.
La respuesta que encuentro es simple; por lo torpe y burdo
de sus procedimientos, por la urgencia y la falta de imaginación, de
planificación en realizar la transición, por sesgar y alterar de forma obscena
la realidad y la poca historia que tiene Venezuela que ya de por sí está
distorsionada por el maquillaje que se le ha dado desde hace unos 200 años. Por
los nuevos y lamentables libros para el cambio del currículo los cuales
parecieran diseñados por personas totalmente ajenas a la pedagogía, fuera de contexto,
de lugar, desconectada de la realidad actual del país, sin aparente claridad de
criterios ni de objetivos de formación, con doble moral aunque en los mismos se
repitan consignas hasta el cansancio para tener un mejor ciudadano.
Sin embargo, el novedoso Currículo Nacional Bolivariano, en
su Diseño Curricular del Sistema Educativo Bolivariano, enumera los fines y
principios del Sistema Educativo Bolivariano (SEB) entre los cuales destacan
por su nobleza en cuanto a contenido:
- La formación de un ser humano integral social, solidario, crítico, creativo y autodidacta.
- El fomento de los Derechos Humanos y el ejercicio de la cultura de la paz.
- El desarrollo del pensamiento crítico y reflexivo, que permita el análisis de la realidad para transformarla desde una nueva conciencia crítica.
- La formación y consolidación de actitudes y valores para la libertad, la independencia, la solidaridad, el bien común, la integridad territorial y la convivencia; de manera que se asegure el derecho a la vida, al trabajo, a la cultura, a la educación, a la justicia y a la igualdad social, sin discriminaciones fundadas en la raza, el sexo, el credo, la condición social o aquellas que, en general, tengan por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio en condiciones de igualdad, de los derechos y libertades de toda persona, tal como lo establece la Constitución Nacional.
Los hechos y el comportamiento de los que hoy conducen al
país nos muestran con espanto y estupor que son la antítesis de todos los
enunciados del Currículo Nacional Bolivariano; dejando entrever sus verdaderas
intensiones de alienación con “la
formación de un ser humano integral social, solidario, crítico, creativo y
autodidacta”. Lo que se desea en realidad es un ciudadano dócil,
complaciente, sin aspiraciones, mediocre y sin sentido de superación, una
población borrega dispuesta a tragarse y aplaudir cualquier barrabasada del
Estado, entendiéndose que el Estado es el Gobierno.
Ningún ciudadano y menos un padre o representante
consciente, con visión Cosmopolitan, libre pensador, con visión de progreso y
superación, con tendencia a la inevitable globalización y dispuesto a formar
parte de lo que en una época se denominó “ciudadano del mundo” puede tolerar
semejante salvajismo retrógrado educativo. Casi todos queremos de alguna manera
un país y un mundo mejor sin el agobiante adoctrinamiento irracional al cual
nos quieren someter y al que ya están sometidos los países más paupérrimos del
planeta con tendencia a la supuesta felicidad del socialismo-comunismo, lugar
de decantación de marginados y resentidos sociales.
No basta con la intención loable de una educación libre
para cambiar, la realidad es más cruel y despiadada, la idiosincrasia del venezolano
junto con la sobrevaloración de la “viveza criolla” hacen muy difícil los
cambios requeridos en el país para el desarrollo en todos los ámbitos del
mismo, por ello la intensión no es suficiente ni nunca lo ha sido, se requiere
actuar, ejecutar las ideas progresistas y humanitarias necesarias para que el
grupo humano se desarrolle, se tecnifique, que además trabaje en conjunto con
una misma visión de futuro y finalmente evolucione a un mejor estatus de vida.
A los venezolanos que poseen criterio propio, reflexión y
preocupación por un futuro mejor se les plantea una contradicción casi
insalvable, pues siempre se dice que el futuro está en los niños, pero…… ¿quién
educará a los niños?, ¿las mismas personas que no están debidamente formadas
profesionalmente, ni preparadas, alienadas con ideologías retrógradas, de mente
estrecha y con mentalidad tercermundista que en realidad no creen en la
educación ni en la enseñanza como medios para la superación de un pueblo?, he
aquí una tremenda paradoja.
Los cambios son posibles siempre y cuando la minoría que
cambia a una nación no pierda ese estímulo que por alguna razón posee a modo de
“don” que les permite avanzar, pensar y llevar a cabo empresas de largo
aliento. Ejecutando o coordinando todas aquellas ideas que a la final
representan un progreso no solo técnico sino cultural que desemboca en una
mejor calidad de vida para todos. El mundo se ha desarrollado en los hombros de
pocas personas (sabios, inventores, artistas y genios) y sin embargo, este desarrollo
solo es posible cuando la mayoría de los integrantes de una nación logran
deslastrarse y conectarse como colectivo para trabajar en la realización de
esos adelantos y posteriormente mantenerlos en el tiempo.
No sientas envidia de la felicidad de los que viven en el paraíso de los
necios, pues sólo un necio pensará que eso es la felicidad. B. Russell
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