sábado, 26 de febrero de 2011

ES HORA DE QUE EMPECEMOS A CAMBIAR……

ES HORA DE QUE EMPECEMOS A CAMBIAR……

José Cañizales Márquez en su libro “Así somos los Venezolanos”, toca un tema que lógicamente y según él debería disminuir con el transcurso del tiempo en la medida que la población de profesionales fuera aumentando, sin embargo pareciera que en los nuevos tiempos ha ganado vigencia este comportamiento tan vergonzoso.

Cañizales trata de conseguirle una explicación psicológica al fenómeno y en el capítulo denominado “El rastacuerismo del Venezolano” expone las posibles causas de este complejo que sienten muchos compatriotas ante la presencia de un profesional o un trabajador extranjero, particularmente si viene del Norte o de la Europa.

Este complejo de inferioridad como lo plantea el periodista José Cañizales, lo he podido presenciar muy de cerca durante mi vida profesional antes y ahora. En una de mis primeras entradas publicadas en el Blog con título “¿Somos los Venezolanos capaces de hacer las cosas bien?” denuncié en parte a este penoso comportamiento, que pareciera no quiere abandonarnos.

Sin embargo, este comportamiento que denuncio en esta entrada que pareciera que solamente toca los profesionales se extiende en realidad a toda la población en general y podemos ser testigos del mismo observando la conducta que asumen muchas personas cuando están en presencia de una persona que representa el “poder”, que acá en Venezuela normalmente se limita a los políticos y algún que otro personaje influyente.

Si bien esta actitud en parte tiene su origen en un complejo de inferioridad creo también que otra causa que lo desencadena es la inseguridad que posee la mayoría de nuestros profesionales por los conocimientos adquiridos, inseguridad producto de una educación conjugada con una formación deficiente por profundas fallas en nuestro sistema educativo que ha creado un contingente de profesionales incapaces de defender ni defenderse frente a un “experto”. Esta inseguridad paraliza al profesional precisamente por que no cree en sus conocimientos, ni en sus capacidades ni habilidades.

Personalmente he visto como profesionales que se desenvuelven con autoridad e imposición ante sus colegas se transforman violentamente en unos simples muchachos de mandado frente un “experto” extranjero, aceptando sin la menor reserva y crítica sus comentarios o ideas, obviando y/o silenciando a cualquiera que intente exigir explicaciones. Este comportamiento no sería preocupante si se tratara de hechos aislados, pero lamentablemente parece estar generalizado dentro de nuestra población de profesionales.

Aunque la intención de esta entrada no es la de crear un rechazo a las personas de otras nacionalidades, ni el rechazo irracional a los expertos requeridos por la nación, sí es un llamado a mis coterráneos para que se auto-analicen cuando estos sentimientos negativos afloren, rompiendo ese freno mental que tanto daño nos ha hecho y tratar de tomar una actitud crítica y profesional frente al “experto”, discutir o rebatir lo que dice con respeto y dominio de la causa.

Todos los venezolanos de alguna manera somos responsables y tenemos que minimizar y tratar de eliminar esta aborrecible actitud. Evidentemente la responsabilidad principal recae sobre las personas que llevan las riendas del País y de todos los gerentes o directores empresariales que por medio de la modelación den el ejemplo confiando más en sus intelectuales, técnicos y profesionales. Este sería el primer paso para minar este comportamiento que actualmente no tiene ningún basamento.

Paralelamente al cambio de actitud de los líderes políticos y empresariales se tiene que reforzar la educación (escolaridad) y la formación profesional, hay que promover políticas educativas en donde se valoren a nuestras mentes, a nuestros científicos, a nuestros artistas, nuestros técnicos, etc. un sistema que no nos denigre de manera velada o directa, que permita el desarrollo intelectual y emocional de los niños y jóvenes, que se nos enseñe a pensar y como dice el Dr. Luis Alberto Machado, que se nos enseñe ha ser más INTELIGENTES, cosa que ya se ha intentado en el pasado.

Tenemos que darnos la oportunidad para demostrarnos a nosotros mismos nuestras capacidades que nada tienen que envidiarle al resto del mundo y de esta manera empezar a salir de este desesperante subdesarrollo en que estamos hundidos, salir de la pobreza espiritual y de la marginalidad mental que cada día aparenta ganar terreno.

Las personas que tienen esa responsabilidad para con el País tienen que buscar los métodos y procedimientos en conjunto con nuestros grandes pensadores y escuchando a todo aquel que de alguna manera quiere cambiar de actitud frente a “la viveza criolla” que es una cara del oportunismo, que quiera cambiar de actitud frente al conocimiento, a los estudios y al trabajo para darle forma a un plan nacional de desarrollo personal, individual y colectivo en aras de buscar más independencia, bienestar y la tan cacareada soberanía.…. No podemos ser soberanos si somos una Nación dependiente de las otras, una Nación que no produce lo suficiente para mantener alimentada su población no puede ser soberana, una Nación que no cree, ni cuida, ni cultiva a sus intelectuales, profesionales y trabajadores no puede ser soberana. No pude ser soberana una Nación que no desarrolla tecnología. La soberanía está muy ligada al desarrollo tecnológico, no a la compra de tecnologías.

La tarea no es nada fácil, por que hay que luchar contra una cultura, una idiosincrasia, un modo de vida que es el ancla que nos impide el desarrollo como individuos, como colectivo y como Nación que aspira colocarse en el mundo, tenemos que luchar contra esos obscuros sentimientos de envidia y resentimiento para con nuestros compatriotas que de alguna manera sobresalen y que muestran habilidades y actitudes que son el motor para el desarrollo, Venezuela está llena de genios en todas las ramas de saber que han sido silenciados, maltratados, ignorados y hasta literalmente desterrados por este comportamiento absurdo de rechazo hacia el individuo que intenta sobresalir de la mediocridad, personas que a la final han fortalecido LA SOBERANÍA DE OTRAS NACIONES y no LA NUESTRA con sus trabajos y pensamientos……

… Se dice que el futuro está en los niños, pero, ¿quién los educará?, ¿quién les dará formación?, ¿las mismas personas que no creen en sí ni en sus compatriotas?... La tarea no es fácil por que no existe una receta ni una varita mágica que nos saque del atolladero, la única salida está en comprometernos con nosotros mismos y cambiar de actitud para comenzar, confiar en tus habilidades y conocimientos, en los de él y en los míos, si cambiamos como individuos cambiamos como colectivo.

A pesar de lo difícil que parece la tarea, creo que es posible el cambio, un cambio de actitud en las personas, en aquellas que domina su arte u oficio, que han desarrollado y fortalecido sus conocimientos de manera consistente y consciente para que se mantenga en su posición independientemente de quién tenga al frente. Todos los que de alguna manera logramos sobreponernos a estos sentimientos hemos logrado dar un paso adelante como personas, como trabajadores y como profesionales, aportando un granito de arena y marcando un precedente a favor de nuestra integridad y soberanía.

En lo personal, sólo se justifica la presencia de los “expertos” importados en aquellos campos que escapan de nuestra capacidad por tratarse de temas de vanguardia o poco convencionales e incluso en algunos convencionales que están en desorden y fuera de control con la idea de que aporten las soluciones que de momento no podemos ver, la presencia del experto es la oportunidad perfecta para que nos desarrollemos un poco más adquiriendo las competencias y “robándole” el conocimiento, haciéndolo nuestro, de manera que se pueda justificar y aprovechar la figura de este experto sin necesidad de sentirnos inferiores.

Es hora de que empecemos a cambiar……